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miércoles, 25 de enero de 2017

Uruguay, más etapas

En las jornadas pasadas, hemos estado en Valizas, un pequeño pueblo balneario donde nos instalamos en el camping Amaranto. (sobre los campings uruguayos haré una entrada exclusiva). Fueron dos días de lavado de ropa, asados, charlas con la vecindad y playa. Encontramos también a un estudiante español que inicia un viaje por la Carretera Austral en Chile. El 21 partimos en busca de La Pedrera, un bonito pueblo donde Santiago se encontró con gente que conoce de su trabajo. Desde aquí viajamos sin carga hasta el balneario de La Paloma, con hermosas urbanizaciones y casas de lujo. Nos dimos un atracón de frutos de mar y antes de salir de la ciudad, dormimos la siesta en un monte de eucaliptus.
La jornada del 23 fue la más dura hasta ahora y no creo que pueda ser superada. Sabíamos que por la costa podíamos llegar a la laguna de Rocha, que se une eventualmente al mar. El camino termina al llegar y se reinicia unos 1500 mts., más adelante, después de una cadena de dunas. Si hay agua, el cruce se puede hacer caminando o en bote. La boca estaba cerrada y la cruzamos a pata arrastrando las bicis. En mi caso las alforjas por separado. Se me hizo durísimo y Santiago se hizo cargo de lo más pesado. Finalmente, otra vez en la ruta (de tierra) teníamos 30 kms sin sombra, agua ni comida. Llegamos a las 13 hs al puente de la laguna Garzón, donde nos metimos en un restaurante. Ya estábamos cerca de José Ignacio, uno de los balnearios más caros y exclusivos de la costa uruguaya, frecuentado por la farándula argentina y con precios prohibitivos para viajeros como nosotros. Teníamos comida y nos metimos en un bosque sobre la ruta. Este día perdí las Croc y los anteojos de sol. También me encontré en la laguna con un pampeano que conoce a muchos amigos de Santa Rosa.
Esa noche nos acostamos temprano para no usar luces y evitar ser vistos desde el camino. A la media noche algo me despertó y vi dos pares de ojos, de lo que supuse gatos. Busqué la linterna y ya me parecieron grandes para gatos, para  finalmente convencerme de que eran dos monos. Santiago todavía se está riendo y me han dicho que no hay monos en Uruguay....
Ayer cruzamos la imponente ciudad de Punta del Este, con bonitos edificios, muy bien parquizada y limpia y continuamos con destino a Piriápolis. En el camino paró una familia argentina en la ruta, interesados en nuestro viaje. Son fanáticos de Salva Rodriguez y están leyendo su último libro.
La noche fue movida, ya que a tuvimos tormenta de viento y agua, pero hoy amaneció bien y llegamos a Atlántida. Nos quedan menos de 50 kms hasta Monntevideo y esperamos llegar mañana antes del medio día. Llevamos más de 400 kms de recorrido y nos restan unos 250 que tendremos que completar hasta el 30 de este mes.
La compañía de Santiago es inmejorable y estoy disfrutando hasta del mar... ja ja
 Nuestra toldería en Valizas.... camping Amaranto
 Vista de La Pedrera
 Camino a laguna de Rocha
 Ya estamos llegando...
 Y ahora te quiero ver!!!! a llevar todo al otro lado.... 1,5 km, arena, sol..... querías aventuras??
 Pero apareció SUPER SANTI y la cosa mejoró...
 Y Alaikyn cruzó el desierto
 No había nadie a la vista y el día era expléndido... Santiago recordó el relato de Galeano de aquel niño que no había visto el mar y al contemplarlo quedó extasiado para luego decirle a su padre "ayudame a mirar"
 Vamos que falta poco.....
 El cartel merecía esta foto.....
   Entrada a Punta del Este. Al fondo su puente "ondulante"

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