Vistas de página en total

lunes, 8 de agosto de 2016

Rodando los Pirineos

Desde que llegó el trike recumbent, a partir de ahora Alaikín, me dedique a salir con él a efectos de adaptarme a esta nueva forma de pedalear. También necesitaba ganar confianza en sus posibilidades, saber como se comportaba en las trepadas, como influía la carga de las alforjas y el lunes pasado nos lanzamos al camino. A las 6:50 partí desde casa con rumbo a la frontera. La temperatura era baja para la época y rodé sin problemas hasta Villanúa, donde hice una parada para comer y enfrentar el puerto de Somport con las piernas descansadas. Una vez en Francia bajé hasta pasar Bedous y por la ruta D341, llegar a Arette, después de un puerto suave, rodeado de exuberante vegetación. Fueron casi 110 kilómetros y máquina y piloto estaban satisfechos. 
La segunda jornada, transcurrió por el mismo paisaje montañoso y verde, salpicado de pequeños pueblos de la Francia vasca. A medio día estaba en Saint Jean Pied de Port, una minúscula ciudad medieval, punto importante del Camino de Santiago y con mucho turismo en cualquier época del año. Una siesta en el bosque y a la búsqueda del poblado de Saint Ètienne de Baigorry, donde comienza el puerto de Ipeguy. Fueron 8 kilómetros a marcha muy lenta (dos horas para hacerlos) y coronar el llamado Camino de los Contrabandistas. A partir de allí estaba nuevamente en España, en la Navarra vasca. Bajé rápidamente hasta Elizondo donde repuse energías y descansé. El odómetro marcaba 114 kms. Me sentía cansado, pero pleno y feliz.
El miércoles muy temprano desmonté el improvisado campamento e hice los 37 kms que me separaban de Lesaka, donde mis amigos Albert y Encarna me esperaban. Descansé y disfruté de su compañía y con el curpo y el alma recargados, el jueves a media mañana partí rumbo a Pamplona. Desde Oronoz comienza el puerto de Narbate, largo como esperanza de pobre.... y con rampas del 9%, pero una vez más Alaikin se comportó y el piloto no se amilanó, esa tarde, ya casi noche y después de cruzar Pamplona, descansamos en un albergue de peregrinos en Monreal. Recorridos 92 kms.
Ya viernes, quedaban 115 kms para llegar a casa y cuando me faltaban 35 y ví que no llegaría a comer, pedí auxilio y mi hija acudió a buscarme. De todas maneras llevaba 80 kms y también había tenido mi puerto del día.
Un viaje en solitario con paisajes hermosos, rutas tranquilas y poco transitadas, la experiencia de sentir el cuerpo a pleno y saber que funciona... un placer que se valora a esta altura del partido.







Mi habitación en Arette..... a escasos metros un río que me acunó toda la noche.


La cartelería en dos idiomas es normal a ambos lados de la frontera. Frances - Euskera o Español - Euskera

Esta información en cada kilómetro, anunciando cuanto queda a la cumbre y cual es la pendiente de los próximos 1000 metros es de agradecer. Solo la ví en Francia.




Mi "tarp" me sirvió para pasar la noche sin que me moje el rocío y a tapar la bici y sus reflectantes y evitar llamar la atención.

Paré a comer algo y ,lo único que había era esto.... y ante quedarme sin comer o sacrificarme, opté por lo segundo.
Pedro había salido esa mañana (jueves) de su casa en Pamplona y su destino final es Rumanía. Espero tener noticias suyas.



sábado, 6 de agosto de 2016

SOLIDARIDAD


Varias veces he expresado, que lo mejor del Mundo es la gente. Aunque pareciera ser lo contrario.
También saben, quienes me siguen, que en mis viajes, he conocido muchas personas de esas que dan brillo a la Vida. Gentes que conscientemente y con esfuerzo o en algunos casos de manera impensada, generan situaciones que aportan mucho para un cambio positivo en el Mundo. Uno de esos seres entrañables es Toni (con i latina), un alemán de Bavaria, que habla español y destila generosidad y empatía. Toni trabaja desde hace 34 años en una empresa que produce maquinaria agrícola. Desde su fundación y cuando eran tan solo un puñado de operarios y el dueño, está ahí. El propietario, también es un ser especial. Necesita lo justo para vivir dignamente. No le hacen falta yates, ni aviones ni coches de lujo y reinvierte las utilidades en hacer crecer su empresa y dar trabajo a la gente. También aporta mucho al desarrollo de zonas rurales del llamado 3º Mundo.
Hoy Alemania, está sufriendo algunos ataques criminales, que han predispuesto a la opinión pública de forma negativa respecto a los inmigrantes y asilados.
Horsch ha resuelto dar formación y trabajo a diez refugiados. Son cinco afganos, dos eritreos, un somalí, un albanés y otro jóven de Costa de Marfil. Cinco serán dedicados a la logística y los restantes a la metalistería. Vivirán todos en una gran casa cercana a la fábrica, durante los dos años que durará su formación y recibirán el primer año una paga mensual de 920 euros. Al terminar el curso, podrán si lo desean quedarse en la empresa.
Toni es el responsable de formación de Horsch y está orgulloso de haber recibido la confianza de la empresa para llevar adelante este proyecto. Ha transformado a los jóvenes en sus amigos y se ocupa de aspectos ajenos a su responsabilidad, que tienen que ver con dar apoyo emocional y afectivo a esta gente que busca una nueva oportunidad en la Vida.
La historia, a mi entender, merece ser conocida.
Horsch es pionera en Alemania en este tipo de actividad.