El 21 de abril, recibimos en casa a un matrimonio de ciclo viajeros franceses. Pierre y Stephanie, de los que he publicado alguna foto.
Durante la cena hablamos de viajes y familia y nos comentaron de sus dos hijos y de que uno de ellos se encontraba de viaje en Nepal.
Hemos intercambiado algunos correos desde el día del fatídico terremoto y lo primero en saber fue que el joven se encontraba sano y salvo. Fueron horas las compartidas con sus padres, pero las suficientes para generar empatía y por lo tanto sentir su misma angustia.
Ayer, volvía a preguntar por el viajero, creyendo que ya estaba en su casa, pero no, se quedó trabajando en la aldea donde lo sorprendió el temblor y sumando su esfuerzo al de los lugareños para pelear por la vida.
No tengo duda que la solidaridad es una característica de este joven, pero tampoco dudo de que la experiencia vivida y su actitud lo engrandecen y elevan como ser humano.
Tengo ganas de conocerlo y abrazarlo.
Durante la cena hablamos de viajes y familia y nos comentaron de sus dos hijos y de que uno de ellos se encontraba de viaje en Nepal.
Hemos intercambiado algunos correos desde el día del fatídico terremoto y lo primero en saber fue que el joven se encontraba sano y salvo. Fueron horas las compartidas con sus padres, pero las suficientes para generar empatía y por lo tanto sentir su misma angustia.
Ayer, volvía a preguntar por el viajero, creyendo que ya estaba en su casa, pero no, se quedó trabajando en la aldea donde lo sorprendió el temblor y sumando su esfuerzo al de los lugareños para pelear por la vida.
No tengo duda que la solidaridad es una característica de este joven, pero tampoco dudo de que la experiencia vivida y su actitud lo engrandecen y elevan como ser humano.
Tengo ganas de conocerlo y abrazarlo.
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