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sábado, 8 de marzo de 2014

Buscando el Chaco

Los días pasados en Ibarreta, visitando antiguas relaciones fueron gratificantes. El reencuentro con mi "cuñada" Carmen, monja que trabaja con pasión por la educación de los niños de Pozo del Tigre fue una fiesta que quisiera compartir y el remate de que al dejar el hotel, Rosa y su hija Carina se negaran de plano a aceptar el pago por los días que pasé en su establecimiento. Me costó volver a la ruta, pero el abuelo Natividad estaba inquieto por retomar el camino a Sumampa y bien de madrugada comenzamos a rodar en busqueda de la ruta 95, que cruza de Formosa al Chaco. Cuando había hecho más de 50 kms me alcanzó Camilí, que viajaba a su campo y otra vez nos abrazamos sin decir mucho.

Rosa y Carina, a quienes conozco desde hace más de 30 años me hicieron sentir en mi propia casa.
 Otro amanecer visto y sentido desde la bici. El aire fresco de la mañana y la luz del día que se expande son una gratificante confirmación de la Vida

 Rectas interminables, verde, cielo y silencio son el marco donde los pensamientos se suceden generando gratitud por estar vivo.
 Las antiguas casas rancho, donde viven los aborígenes han sido reemplazadas por estas viviendas, que cuentan con servicios sanitarios y agua potable.
 La velocidad a la que se viaja en la bici nos permite observar y disfrutar a pleno de todo lo que nos rodea
 El río Bermejo, debe su nombre al color que confieren a sus aguas lo sedimentos que arrastra. Es el límite entre las provincias de Formosa y el Chaco
 Desde hace unos 25 años, en las rutas argentinas ha aparecido una especie de culto pagano al "Gauchito Gil" y banderas o trapos rojos indican la presencia de pequeños altares o cobertizos como el de la foto, donde se lo venera.
 No conozco el origen de esta creencia, pero se ha extendido de forma importante en el norte de Argentina.
Al llegar a Presidencia Roque Saénz Peña, Chaco, comienzo a buscar el rumbo sur-oeste que me llevará a la provincia de Santiago del Estero.

Yo quiero guardar mi viaje.
Y quiero guardar lo que para mí fue importante.
Y para guardarlo lo cuento.
La recreación de esta historia por los demás, le dará más vida y así se guardará.
Si lo encerrara solo para mí lo perdería.
Mi viaje está bien guardado porque ya no es solo mío y al recordarlo me recordaran. 

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