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lunes, 25 de noviembre de 2013

Eugenio llega a los EEUU

Así nos cuenta Eugenio la llegada en Ford A, desde Buenos Aires a Estados Unidos, pero resta la estadía en ese país y el regreso a Argentina. La dificultad de comunicación que entraña la diferencia idiomática, le da un cariz distinto a las experiencias vividas. Vamos a dejar al Gallego que hable:

"Seis meses después de la partida llegamos a los EEUU y el haber logrado el objetivo, me llenaba de satisfacción y me daba tranquilidad. Ahora los desafíos eran diferentes. Contábamos con muy poco dinero y la barrera idiomática era realmente eso, UNA BARRERA. la experiencia nos decía, que hacernos conocer despertaba interés en nuestra aventura y eso redundaba en ayuda.
Entramos a este enorme país por la ruta 77, siendo la primera población Brownsville en el estado de Texas, con rumbo a Corpus Christy. Texas abruma por lo super dimensionado. Todo es grande. Tal vez por eso, los pioneros en la necesidad de ocupar espacio,  diagramaron carreteras y ciudades con ese criterio exagerado. Por dar un ejemplo;  de la línea de fin de pavimento a la línea de edificación, nunca hay menos de 80 metros por lado. También así se nos mostro el ferrocarril cuando al detenernos unas barrera por el paso de un tren, vimos con asombro a tres imponentes locomotoras que tiraban la formación. La longitud del convoy superaba los 3 kms. Esos  días vimos televisión en colores por primera vez en nuestra vida. Visitamos una universidad instalada en un predio de varias hectáreas. Todo esto en una pequeña ciudad. Nuestro asombro ante tanta grandeza y tanto desarrollo era apabullante, pero toda moneda tiene dos caras y en este caso era la brutalidad del aparteid, que ensombrecía antes relatado.
En pequeña ciudad de Victoria, al sur de Houston, debimos detenernos  por un problema en el auto. Estábamos reparándolo, cuando apareció un hombre rubio vestido con un overall y fuerte acento mejicano, enviado por su patrón, un comerciante de autos nuevos y usados,  que nos había observando desde su oficina y nos ofrecía el taller de su  empresa. Aceptamos gustosos y terminamos invitados por Mr. Brown a cenar con él y su esposa. Nos ofrecía además,  pernoctar en su residencia. El rubio mexicano ofició de interprete en todo esto.
Durante la cena, primero se habló de nuestro viaje y luego de la situación que se vivía en los EEUU y en especial en los estados sureños.
En el frio enero de 1963, el gobernador del estado de Alabama y líder de los segregacionistas, George Wallace, había declarado algo así; “segregacionismo ahora y siempre”. Estábamos en la primer semana de abril y Texas se recalentaba por el verano que llegaba y por la agitación racial. Como líder de los negros, surgía Martin Luther King, pero cuento lo que pudimos ver.
Ese domingo se inauguraba un natatorio municipal, lo que era un acontecimiento importante para una pequeña ciudad como Victoria, pero se propalaban comentarios sobre que algo iba a suceder… y sucedió!  En la noche del sábado, un par de camiones  cargados de tomates, derribaron las alambradas y volcaron su carga en las piscinas. Nosotros, que a instancias de un vecino de Mr Brown (otro millonario) habíamos postergado nuestra partida, estábamos siendo asistidos por el hijo de este nuevo aliado, un joven universitario de nuestra edad, que en la mañana del sábado nos había llevado a conocer la universidad. Algo impactante, como también las corridas que vimos en los telediarios al día siguiente,  donde la policía apaleaba y sus perros mordían a ciudadanos, curiosamente ninguno de piel blanca. Los segregacionistas  contaban  con la organización  Ku Kux Klan,  declarada ilegal pero que paseaba impunemente por el sur del país, cometiendo innumerables crímenes. Creo que este nivel de violencia racial, no se ha vuelto a repetir. Esta fue nuestra entrada en EEUU.
El Ford partió de Victoria con neumáticos y rodado nuevo. El clásico rodado de 19 pulgadas que llevaba este modelo, lo transformamos en rodado 16 pulgadas, gracias a la generosidad de  Mr. Brown.  
Al poderoso Mississippi, luego de la confluencia con el Missouri en las proximidades de Sint Louis, corre caudaloso hacia el golfo de México, para verter sus aguas junto a la ciudad de  New Orleans, lo cruzamos en las afueras de la ciudad de Baton Rouge y nos adentrábamos en lo que se llama “el sur profundo”. Tal vez Georgia y las Carolinas tengan en el cordón de los montes Apalaches, una de las carreteras más hermosas que recuerdo.
Nuestro autito bastante sufrido ya, nos mostraba sus quejas con mucha frecuencia en esta etapa del viaje, y algunas nos ponían en peligro. Faltando unos 80 km para aribar Washington,  se soltó una rueda trasera, pero el guarda barro le impidió salir completamente.  En estas circunstancias el auto queda sin frenos y sin transmisión y detenerlo queda a merced de las pendientes del camino. La ruta transcurría por  suaves colinas y en cada subida teníamos la esperanza que se detuviera,  pero no alcanzaba y volvía a tomar velocidad. Otra vez a 20 o 30 kilómetros por hora, lo que es muchísimo cuando el único control es la dirección. Cuando finalmente se detuvo, mi hermano Fernando advirtió que se había perdido la chaveta del eje. Es una pieza del largo de un lápiz. Fernando comenzó a construirla con un trozo de hierro y una lima. Yo emprendí  el camino inverso, con la esperanza de encontrar la chaveta perdida. Las criticas no se hicieron espera, (“adónde vas boludo, hace como 4 o 5 km que se salió la rueda”). Yo pensaba que mientras mi hermano construía la chaveta, me sobraba  tiempo para tratar de encontrarla. Caminé alrededor de una hora en la desolada carretera. El sol ya se había ocultado tras el cordón de las montañas, cuando a lo lejos observé un objeto. Estaba seguro que era la chaveta, mientras la recogía recordaba lo que me habían dicho; “no vayas Negro, es al pedo”… mi venganza fue no apurar el regreso. Camine esa hora disfrutando del paisaje. Al llegar no dije nada. Cuando me faltaban pocos metros metí mi mano en el bolsillo y comencé a jugar con la chaveta.


En Washington visitamos el Capitolio y la Casa Blanca. En aquella época se podía circular por la avenida Pensilvania, ahora no se puede transitar ni a pié !!.
Si no hacíamos algún amigo que nos invitara a su casa, los lugares tranquilos para dormir eran “parking lot”, donde por las  noches, mientras preparábamos la comida recibíamos la visita de algún patrullero policial, que en cuando entendía nuestra situación, nos decían que nos quedásemos ahí y que no había problema. Eran sitios apropiados para aprovisionarnos de gasolina.

En New York,  el Word Trade Center o torres gemelas,  que fue por décadas el símbolo de esta mega city,  todavía no había sido construido y hoy ya no existen. Visitamos los puntos de atracción más conocidos e hicimos una visita a una radio de habla hispana y al consulado argentino en búsqueda de correspondencia. A los pocos días y sin haber conseguido un trabajo, nos dirigimos hacia el oeste, Detroit (Michigan) era nuestro objetivo. Cerca de Detroit estábamos cambiando una rueda y recibimos la visita de un patrullero policial al que no le gustó nuestra ubicación. De la nada apareció un hombre que en perfecto español nos ayudó con los policías. Se llamaba Fred Alvira, un veterano de la segunda guerra, de padres mejicanos, que pasaba circunstancialmente por el lugar y que al partir nos deja un teléfono diciéndonos que lo llamemos cuando lleguemos a Detroit.
Al día siguiente entramos en Detroit, con cuatro millones de habitantes en esos tiempos y de manera casual pasamos frente al lugar donde Fred trabajaba. Nos persiguió con su auto y la historia con la familia Alvira duró los dos meses que estuvimos en allí."


La próxima: Detroit, Windsor y el regreso.

martes, 19 de noviembre de 2013

Viaje en bici a Sudamérica

Sigo en los preparativos del viaje y día a día van surgiendo en mi mente posibles situaciones que deben ser previstas. Un tema importante son los mosquitos e insectos en general. Creo que llevaré un mosquitero para poder dormir protegido. Hay muchas ofertas en el mercado y en su mayoría son económicas. Lo que he visto como más viable es uno que permite montar la tienda dentro o dormir usando la colchoneta solamente, pero es necesario tener un punto desde el que colgarlo... un árbol, cavio de un techo, lámpara de una habitación... seguiré buscando.
Mientras recorría las páginas Web que se dedican a estos asuntos del camping y las mosquiteras, ví un sombrero con mosquitera para llevar la cara y el cuello cubiertos. Lo veo quizá exagerado, pero el costo es muy bajo y no descarto que sea de utilidad.
Otra cosa que quiero llevar, es una tela liviana, similar a las usadas en los paraguas, de unos 3 por 3 metros, con la finalidad de disponer de un toldo destinado a soportar los mediodías tórridos o como protección adicional para las lluvias. He visto su aplicación en la página rodadas.net y creo que será parte del equipaje.
La lista de ropa la he reducido al mínimo ya que creo que es más práctico llevar una pastilla de jabón y lavar cada dos o tres días lo usado.
Por la parte de comida, tampoco es necesario cargar con grandes reservas. Hay poblaciones a lo largo de todo el recorrido y solamente en las provincias de Chaco y norte de Santiago del Estero, en Argentina, tendré que preveer reservas para más de un día.
Los trámites para la obtención de los permisos de operación en radio están resueltos en Argentina y Uruguay y en vías de concretarse en Brasil, pero sigo con el problema de encontrar una persona y un domicilio en Paraguay.
El clima por estos lares se ha puesto duro para las salidas en bici, pero trataré de hacer algún entrenamiento entre nevada y nevada.
Hoy me han dado el precio por el transporte de la bici en el avión, son 75 € por trayecto.
Ya me he leído una guía de viajes de Uruguay y he curioseado en Internet sobre algunas de las ciudades de Argentina que no conozco. También he leído sobre el estado de Río Grande do Sul y su historia me ha sorprendido. Uruguay, el sur de Brasil y Argentina tienen en común mucho más de lo que imaginaba.
En un par de meses estas montañas tendrán más nieve y yo rodaré por el verde Brasil... le daré al tereré en Paraguay....
Estos días ha habido actualizaciones de algunos blogs de viajeros, de los que sigo habitualmente.

Pablo Olías con sus marionetas ha cruzado Venezuela y está en Bogotá, Colombia. A la apasionante historia de su viaje, se ha agregado ahora una historia de amor... Pablo ha hecho esta última etapa en compañia de una bonita venezolana y así seguirá los próximos seis meses por tierras de Ecuador y Perú. Bien por Pablo...
http://www.titiribici.com/

Quique Morales y su compañera siguen bajando desde Alaska. Las fotografías hermosas como siempre.
http://coleccionandoatardeceres.blogspot.com.es/

Salva Rodriguez, ya en Argentina, acelerando su viaje con la energía del amor, nos sigue contando que el mundo está lleno de gente buena....
http://unviajedecuento.weebly.com/

Y buscando cosas pòr Internet, he encontrado a una pareja de jóvenes argentinos que hizo la mítica ruta N40 desde Ushuaia a La Quiaca. Lindos relatos y buenas fotos.
 http://lavidadeviaje.com

Alimentemos nuestros sueños. Conozcamos historias que merecen ser recreadas. Reconozcamos que la felicidad está en SER y no en TENER.

Gente necesaria

Gente necesaria
Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
que con solo sonreír entre los ojos,
nos invita a viajar por otros mundos
y permite florecer todas las magias.

Hay gente que con solo dar la mano,
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas;
que con solo empuñar una guitarra
te regala una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca,
llega hasta los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas.
Y se queda después como si nada.

Y uno se va de novio con la vida,
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.

Hamlet Lima Quintan

martes, 12 de noviembre de 2013

Luchar

LA LUCHA NO GARANTIZA LA VICTORIA.
NO LUCHAR CERTIFICA LA DERROTA.

CORAZÓN LIBRE

Te han sitiado corazón
y esperan tu renuncia.
Los únicos vencidos corazón,
son los que no luchan.

No te entregues corazón libre, no te entregues.

No los dejes corazón,
que maten la alegría.
Remienda con un sueño, corazón, 
tus alas malheridas.

No te entregues corazón libre, no te entregues.

Y recuerda corazón,
la infancia sin fronteras,
el tacto de la Vida, corazón,
carne de primavera.

No te entregues corazón libre, no te entregues.

Se equivocan corazón, 
con frágiles cadenas.
Has viento de raíces, corazón,
destrózalas y vuela.

No te entregues corazón libre, no te entregues.

No los oigas corazón,
que sus voces no te aturdan.
Serás cómplice y esclavo, corazón,
si es que los escuchas.

No te entregues corazón libre, no te entregues.

Adelante corazón,
sin miedo a la derrota.
Durar no es estar vivo, corazón,
vivir es otra cosa.

No te entregues corazón libre, no te entregues.

Rafael Amor

martes, 5 de noviembre de 2013

Uruguay, Brasil, Paraguay y Argentina en bici

Ya dispongo en mano del pasaje para Buenos Aires. Saldré de Madrid el 25 de enero y espero estar en Montevideo el lunes 27 después del mediodía. Pienso visitar la ciudad y en un par de días iniciar el viaje buscando la frontera con Brasil, la que se encuentra a unos 650 kms de la capital uruguaya. 
No sé exactamente si será Artigas o Rivera la última ciudad charrúa antes de iniciar el rodaje por el estado de Río Grande do Sul. 
Por estas tierras de un verde omnipresente, haré unos 500 kms, buscando llegar a la provincia argentina de Misiones a la altura de la ciudad de San Javier. 
Luego a las cataratas del Iguazú y de allí entrar a Paraguay. Los caminos me llevaran a Asunción, su capital, la que conozco muy someramente, por lo que dispondré de algunos días para recorrerla. Cruzando el imponente río Paraguay ya estaré nuevamente en Argentina, donde planeo adentrarme en el norte de la provincia de Formosa, cruzando varias reservas indígenas por caminos de tierra para bajar a la localidad de Ibarreta, adonde tantos años he viajado por motivos de trabajo, conservando gratos recuerdos de su gente, a la que quiero volver a ver. 
Después de los asados que ya imagino, cruzaré a la provincia del Chaco, recorriendo unos 200 kms de su famoso monte Impenetrable. 
La región geográfica conocida como Chaco, también incluye el norte de la provincia de Santiago del Estero, la que junto a Formosa ostentan las cifras más bajas de desarrollo humano del país y la menor renta per cápita. 
En la frontera sur de esta provincia, muy cerca del límite con la de Córdoba, nació en una reducción indígena, mi abuelo paterno Natividad de Jesús Suárez. Esto fue en 1872 y hace no muchos años pude obtener una copia de su acta de bautismo, realizado el 20 de agosto de 1874 en la capilla de San Vicente, anexa al curato de Sumampa. Pertenecía a uno de los grupos aborígenes que habitaban esa región antes de la conquista, los abipones. Tengo muchas ganas de recorrer el lugar y tratar de encontrar más datos sobre él.
El viaje continuará por el noroeste de Córdoba hasta Villa Dolores, entrando luego en la provincia de San Luis y en su capital, del mismo nombre, daré por terminado el viaje en bici para continuar en autobús hasta la ciudad de Mendoza, donde espero encontrarme con mi hijo Pablo y su familia.
El total de kilómetros a recorrer con la bici, oscila entre los 3700 y los 3970, dependiendo de los caminos que elija. La planimetría es muy plana, salvo en el tramo final. Un aspecto que tengo en cuenta de manera especial, son las altas temperaturas que encontraré en el norte de Argentina y los insectos en todo el trayecto. Estos los combatiré con repelentes y el calor, procurando ciclar muy temprano, descansar en horas centrales y sumar otros kilómetros por la tarde.
Esta foto la he copiado del blog de dos ciclo viajeros que están bajando de Alaska a Tierra del fuego y así combaten los mosquitos... visiten su blog: http://coleccionandoatardeceres.blogspot.com.es
Esta otra foto, pertenece al blog de Salva Rodriguez, un viajero que lleva casi ocho años recorriendo el Mundo: http://unviajedecuento.weebly.com
No preveo llevar computadora (ordenador), ya que en América es relativamente fácil encontrar ciber cafés o locutorios donde poder volcar los relatos en el blog.
Como hago habitualmente, operaré en radio, para lo que he solicitado las autorizaciones a las administraciones de Uruguay y Argentina. En el primer caso con resultado favorable y en el segundo "en trámite". La administración paraguaya exige un domicilio en el país y la designación de un representante que reciba la documentación, algo complicado para quien vive a más de 10 mil kilómetros, pero estoy haciendo las gestiones para resolver este contratiempo. Me ha sido imposible hasta ahora encontrar una dirección, correo electrónico o lo que sea, para hacer la presentación en Brasil. Tuve un contacto con un colega integrante de la junta directiva de LABRE, pero se ha "diluido", por lo que he enviado correos a varios colegas con los que tuve contactos radiales. Solo necesito saber que oficina, secretaría, dirección, etc. se ocupa de las licencias de radio aficionados. Si alguien que lea esto puede darme una ayuda, será muy bien venida.
Al comentar este nuevo viaje, vuelven a aparecer las preguntas que se reiteran en cada uno y la que más se presenta es; "¿y no tienes miedo?"..... 
En algún sitio leí: Nos envejece más la cobardía que el tiempo. Los años solo arrugan la piel, pero el miedo arruga el alma.